LA EDUCACIÓN COMO FACTOR DE DESARROLLO EN AMERICA LATINA

Por Fernando A. García Atencia
Docente Tecnología e Informática

¿Cómo serían nuestras sociedades  sin la educación? Lo más seguro, es que volverían a sumirse en un estado primario después  de pocos años. Dependemos de la educación para asegurar un contingente de médicos, ingenieros, científicos y profesores, y para asegurar a todos los miembros de la sociedad unos buenos fundamentos de conocimientos y capacidades básicas. La educación como factor esencial que contribuye al desarrollo, es algo que no tiene discusión.

Se abordará en el presente ensayo el papel que cumple la educación como factor para generar en Latinoamérica  desarrollo (desde su perspectiva social, económica y política).

Para hacer justicia dejemos en claro que la educación por si sola no puede solucionar los problemas que agobian  la sociedad, lo que si es innegable es que esta puede convertirse en un agente del desarrollo. Según (Flores Crespo, 2004) en concordancia con estudios e investigaciones realizadas por otros autores manifiesta que “la educación es una de las variables que tiene mayor influencia sobre el progreso individual y social”.

Es real, la educación tiene un papel importantísimo en el posicionamiento a nivel mundial de los países desarrollados, claro está, en estos se dan las condiciones políticas, sociales y económicas, la cuales han sido producto de largos, y dolorosos algunas veces, procesos históricos. Pero hasta qué punto la educación, entendida como políticas educativas, ha podido atacar las grandes desigualdades presentes en el entorno latinoamericano: todo parece indicar que esta actuación sobre tan difícil  problemática ha sido inoperante, para la muestra, dirán los agoreros del fracaso,  los cordones de miseria que hacen presencia desde México hasta la Argentina.

En un artículo de 2001, Rodríguez Gómez plantea que dentro del marco económico y político que ha caracterizado a América Latina, en las últimas décadas, se ha adoptado un modelo del neoliberalismo del subdesarrollo que ha sido incapaz de generar crecimiento sostenido y sustentable que permita atender las grandes demandas sociales de la población. Es bajo este modelo que se ha empezado a trabajar para el mejoramiento de la educación en cada uno de los países creando políticas de estado y asignación de fondos, sin embargo este esfuerzo resulta insuficiente, la tarea está apenas por comenzar para lograr resultados satisfactorios.

El analfabetismo es uno de los males a combatir en toda Latinoamérica,  (Rodríguez Gómez, 2001)  manifiesta que “representa uno de los principales factores que obstaculizan el alcance de los objetivos superiores de modernización, desarrollo social y vida democrática”.

Un pueblo que sufre de analfabetismo, en cualquiera de sus manifestaciones, presenta una desventaja comparativa con cualquier otro con mayores niveles de educación. La formación en valores, en ciudadanía y democracia será más favorable en personas con algún grado de escolaridad.
El analfabetismo no permite tomar una actitud deliberante, es por ello que en nuestro continente, muchas democracias son carcomidas por la corrupción, práctica esta, que se aprovecha de la ignorancia y de la actitud inerte de los ciudadanos.

 La educación no se limita a los asuntos escolares es a partir de ella desde donde se construye las reglas básicas de ciudadanía y democracia.

Por otro lado, según (De Moura, Navarro, Wolf y Cabrol, 1998, p. 1) “la educación es percibida cada vez más, y con razón, como un elemento vital para el desarrollo económico, la reducción de la pobreza y la disminución de las desigualdades en el ingreso.”

A través de un buen direccionamiento de las políticas educativas regionales se debe lograr una adecuada preparación de los jóvenes para que se incorporen a la fuerza laboral.

Es pertinente sobre el tema lo que expresan  (Muñoz y Izquierdo, 2000): “Entre las funciones que deben desempeñar los sistemas escolares de la región se encuentra la de contribuir a  combatir la pobreza y la concentración del ingreso nacional en pocas manos. Para cumplir estos propósitos, no sólo es necesario asegurar que las oportunidades educativas se distribuyan equitativamente entre todos los sectores sociales. También es indispensable que todos los egresados de los sistemas educativos tengan la oportunidad de desempeñar ocupaciones que les permitan aprovechar, en forma productiva, la escolaridad adquirida. Ello exige, a su vez, que exista una adecuada correspondencia entre el desarrollo de los sistemas productivos y el de los sistemas escolares”.

“Si la inclusión social y política es la contrapartida de la globalización, la lucha contrapartida de la globalización, la lucha contra la desigualdad es ante todo un desafío político, no técnico ni económico, que tarde o temprano debería convertirse en pacto de Estado” (Carrillo Flórez, 2006). El reto del liderazgo político latinoamericano, del presente siglo, es encontrar la senda del éxito para luchar contra la pobreza y la inequidad. Los logros que se alcancen, a través de la educación, dependen de que se reduzca las brechas de ingresos de la población porque de lo contrario, la educación misma, se convierte en un agente generador de desigualdades. No es un misterio que la incidencia de la pobreza se hace más ostensible en las personas que poseen bajos niveles de educación.

REFERENCIAS
Carrillo Flórez, F. (2006, Julio 4). Una Constitución social con vocación global. Diario El Tiempo, pp. 1-15.

De Moura, J. C.,  Wolff, L. y Cabrol, M. (1998). La Educación como catalizador del progreso. Banco Interamericano de Desarrollo.

Flores Crespo, P. (2004). ¿Puede la educación generar desarrollo? [Reseña del libro: Educación y desarrollo socioeconómico en América Latina y el Caribe]. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 6 (2). http://redie.uabc.mx/vol6no2/contenido-flores.html

Muñoz Izquierdo, C. y Márquez, A. (2000). Indicadores de desarrollo educativo en América Latina y de su impacto en los niveles de vida de la población. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 2 (2). Consultado en el World Wide Web: http://redie.ens.uabc.mx/vol2no2/contenido-munoz.html

Rodríguez Gómez, R. (2001). [Educación, Desarrollo y Democracia en América Latina. Un balance de los noventa]. Perfiles Educativos, año/vol. XXIII, número 094. Universidad Nacional Autónoma de México, D.F. México. pp. 6-42.